Autoconsumo eléctrico: Las instalaciones fotovoltaicas son una realidad creciente que busca reducir el gasto energético y contribuir al cuidado del medioambiente
El imparable y exponencial crecimiento del precio de la electricidad que se ha registrado en los últimos meses ha sido el detonante perfecto para la explosión de la demanda de instalaciones fotovoltaicas destinadas a producir electricidad para el autoconsumo de empresas y particulares.
Desde hace muchos años Alemania, un país que no se caracteriza precisamente por disfrutar de muchas horas de sol, ha liderado en Europa, con amplitud y distancia respecto a los demás países, la potencia instalada en la tecnología de producción de electricidad fotovoltaica.
Ha sido necesario un escenario de precios alcistas de la electricidad para que en países como España, con zonas que superan las 3000 horas de sol al año, nos empecemos a plantear con seriedad la oportunidad que supone aprovechar la energía solar.
A la hora de que un particular se plantee una instalación fotovoltaica debe tener en cuenta varios aspectos:
1.- Tener de una superficie adecuada para su instalación, tanto por los metros cuadrados disponibles (tejado normalmente) como por ser de tu propiedad (viviendas unifamiliares o aisladas). También se pueden realizar instalaciones en viviendas en bloque, pero depende de conseguir mayorías en la comunidad o autorización expresa para instalaciones individuales
2.- Una instalación “tipo” (media y habitual en España) puede suponer una inversión de unos 7.500 € y proporcionar un ahorro anual en la factura eléctrica entorno a los 900 €, pudiendo llegar a cubrir hasta el 60 % de sus necesidades energéticas.
3.- La eficiencia de las placas solares, y por tanto su rendimiento/producción, está directamente relacionada con la calidad de las mismas, y por tanto su precio, y por el coeficiente de temperatura al que va a trabajar, un aspecto poco conocido que penaliza el rendimiento de las instalaciones en zonas en las que las placas se calientan por encima de los 25 ºC, es decir, en gran parte de España durante la mayor parte de los meses del año, explicando en parte el “misterio” de la altísima producción de Alemania en comparación con los países del sur de Europa.
Teniendo en cuenta todas las variables (espacio disponible, inversión necesaria, eficiencia/producción), la casuística particular de cada familia (nivel de consumo) y el siempre importante compromiso medioambiental (voluntad de reducir las emisiones contaminantes) cada uno podrá tomar la decisión que considera más adecuada.
Las instalaciones fotovoltaicas para el autoconsumo eléctrico son una realidad que va a seguir creciendo con el paso del tiempo hasta convertirse en algo habitual, aunque hasta que la tecnología mejore en su rendimiento deberá seguir conviviendo con el suministro energético de las compañías de distribución eléctrica.